¡Hola, booklovers! Hoy vamos a hablar de un fantasma que todos los que amamos las palabras conocemos bien: el bloqueo del escritor. Esa sensación de tener la mente en blanco, las ideas estancadas y la página en blanco mirándote fijamente, casi burlándose.
Lo sé, lo he vivido. Y no una, sino muchísimas veces. Especialmente durante esa etapa de mi vida en la que me dediqué por completo al mundo del diseño y el marketing. Durante casi una década, mi creatividad estaba a pleno rendimiento, sí, pero enfocada en campañas, webs, logos... Escribía sin parar, pero mis palabras se convertían en eslóganes, textos publicitarios y contenidos SEO para mis clientas.
La ficción, esa pasión que me acompaña desde niña, se quedaba en un rincón. Escribía mis historias, sí, pero solo para mí. Me daba un miedo atroz mostrarlas, publicarlas, porque creía que no era "lo mío" o que no eran lo suficientemente buenas. Era como si mi propia voz creativa estuviera en un bloqueo constante, un "no te atrevas a cruzar esa línea".
Pero el gusanillo nunca se fue. Y al final, como ya sabéis, volví a abrazar mi verdadero propósito. Y en ese camino, he tenido que reaprender a fluir, a desatascar la mente, a reconectar con esa niña que devoraba libros en la biblioteca. Así que, si ahora mismo estás ahí, mirando la pantalla o el cuaderno sin saber qué palabra poner, ¡respira! Te traigo 5 trucos infalibles que he probado en mi propia piel y que me han ayudado a vencer ese bloqueo.
1. Cambia de Escenario (¡Y de Aire!) 🌳☕
A veces, el bloqueo no es de la mente, sino del ambiente. Si siempre escribes en el mismo sitio, rodeado de los mismos objetos, tu cerebro puede asociarlo con la presión.
- ¿Cómo lo aplico yo? Si estoy atascada en mi despacho, cojo el ordenador y me voy a una cafetería (el murmullo y el olor a café a veces son pura magia), a un parque, o incluso a una habitación diferente de la casa. A veces, la simple novedad visual y sonora desatasca algo.
- Para ti: Sal de tu zona de confort. Un banco en el parque, una biblioteca, un rincón de un bar... La perspectiva cambia.
2. Escribe lo que Sea (¡Aunque sea un Disparate!) ✍️ chaotic
El perfeccionismo es el peor enemigo del escritor bloqueado. Creemos que cada palabra debe ser oro, y eso nos paraliza.
- ¿Cómo lo aplico yo? Cuando no sé qué escribir, simplemente escribo. Abro un documento nuevo y pongo todo lo que se me venga a la cabeza, sin filtro. Un monólogo interno, una lista de la compra absurda, una descripción de la silla... Lo que sea. La idea es romper la inercia de la no escritura.
- Para ti: Date permiso para escribir mal. Nadie tiene por qué leerlo. Es un ejercicio para que la mano y la mente vuelvan a conectar. La cantidad, al principio, es más importante que la calidad.
3. Consume Contenido Diferente (¡Reaviva tu Chispa!) 🎬🎧
Si siempre consumes lo mismo, tu mente puede volverse monótona. La inspiración a menudo viene de lugares inesperados.
- ¿Cómo lo aplico yo? Si estoy escribiendo fantasía y me siento bloqueada, quizás me pongo a ver un documental sobre historia medieval, escucho música que evoca una emoción específica, o incluso me sumerjo en un género literario que no es el mío habitual. A veces, me pongo a dibujar (¡mi vena de diseñadora!) o a pintar. Esto, que parece una "distracción", es en realidad alimentar mi creatividad desde otro ángulo.
- Para ti: Explora. Mira una película de un género que no sueles ver, visita un museo, escucha un podcast sobre un tema que te genere curiosidad. Deja que nuevas ideas entren.
4. Reconecta con tu "Por Qué" (¡Tu Brújula Emocional!) ❤️🧠
¿Recuerdas por qué empezaste a escribir esa historia? ¿Qué te impulsó? ¿Qué emoción querías transmitir? El neuromarketing me ha enseñado que las emociones son el motor.
- ¿Cómo lo aplico yo? Cuando me siento atascada, vuelvo a mis notas iniciales, a ese primer impulso. ¿Qué emoción me hizo sentarme a escribir el primer capítulo de La Biblioteca de las Almas Condenadas? ¿Qué quería sentir o hacer sentir con Colgada de tu Corazón? A veces, releo un fragmento que me encanta de mi propio libro para recordar la magia.
- Para ti: Vuelve a la esencia. Relee tus notas iniciales, mira las imágenes que te inspiraron, escucha la música que te recuerda a tus personajes. Recuerda el impacto emocional que quieres generar.
5. Date un Descanso Real (¡A veces, el Mejor Plan es No Planear!) 😴🧘♀️
La presión de "tengo que escribir" puede ser lo que te bloquea. A veces, lo que necesitas es simplemente desconectar de todo.
- ¿Cómo lo aplico yo? He aprendido (y me ha costado) que forzarme es contraproducente. Si estoy muy bloqueada, cierro el ordenador, salgo a caminar sin rumbo, hago ejercicio, o simplemente me dedico a una actividad que no tenga nada que ver con la escritura. Dejo que mi mente respire. Paradójicamente, las mejores ideas suelen aparecer cuando no las estoy buscando activamente.
- Para ti: Permítete un día o unas horas de desconexión total. Sin culpa. Sin ordenador. Sin cuadernos. La inspiración es caprichosa y a veces solo necesita espacio para volver a ti.
El bloqueo del escritor no es un fracaso, es una pausa, una señal de que quizás necesitas un enfoque diferente. Lo he vivido en mi etapa de diseñadora, en mi regreso a la escritura, y lo sigo viviendo de vez en cuando. Pero lo importante es tener herramientas para superarlo.
¿Cuál de estos trucos te animas a probar primero? ¿O tienes algún as bajo la manga que te funciona de maravilla? ¡Me encantaría leer tus secretos para vencer el bloqueo en los comentarios!
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